lunes, 25 de febrero de 2013

El Primer Hombre Que Me Hizo Fangilerar

A ver, esto lo escribí allá por el año 2008 concretamente un 11 de Julio, y lo publico aquí ahora para que veáis que sentimiento le ponía yo (y le pongo) a este hombre.

No Pudo Ser...

Pitido del arbitro, empezaba el partido, el resultado de Alemania nos favorecía (1-1), estábamos clasificados, pero de pronto esa falta tonta y ese castigo excesivo, expulsaron a uno de los nuestros, ya estábamos en desventaja, y yo, te veía a través de la televisión como sufrías en aquel banquillo. No recuerdo bien el momento exacto, pero se que fue en la primera parte, que golazo. las semifinales estaban tan cerca, y así transcurrió hasta que a falta de dos minutos para el final, marco el Bayer, empate, tendríamos que ir a la prorroga; pero pronto volvimos a soñar y esta vez con mucha mas fuerza, dos goles en tres minutos, fue increíble  que manera de gritar todos en casa... y que manera de saltar en el banquillo, esa sonrisa que tienes que tanto me hace sentir; mi madre decía "mírala como sonríe  que te gusta a ti ese hombre". Raul en la grada derrochaba felicidad, veía como aquel equipo que tantas veces los elimino, estaba siendo apartado por un equipo considerado modesto. Pero el sueño nos duro poco, un fallo del portero y un tercer gol tras una falta no señalada, nos dejo fuera, y te lo merecías todo, pero no pudo ser posible, tu cara cambio por completo.
Recuerdo tantos partidos tuyos, aquel con tu selección en Sevilla  el que gracias a tu "yo expulse a zubi", Cañizares debutó, te quedaste fuera del mundial pero a mi me encanto verte. Has sido el único jugador que ha vivido los dos 5-0 y siempre en el lado ganador. Aquel pase que diste sin mirar o aquel gol en el que te recorriste solo todo el campo y al final marcaste. Llevaras el 10 blanco o el 9 blaugrana, para mi siempre has sido el mejor, todo un señor.
Recuerdo con especial cariño, el momento en que el que rozaste mi mano en Cádiz, y el verte jugar en Carranza, fue tan increíble para mi.
Miro a mi alrededor en mi dormitorio y estas en todas partes. Tengo una foto tuya en un marco, entre mi primo y mi padre de cuando cambiaste de peinado, un pegamento en el que sale tu cara, tres o cuatro pins, un cromo de cuando jugabas en el Barcelona puesto bajo mi cara en una foto de la guardería  sonriendo junto al póster del Señor de los Anillos, haciendo un quiebro con la equipación del Barça, con tu hermano Bryan en un entrenamiento, vestido de esmoquin con un balon en la mano (siempre fuiste tan elegante en tu juego), con el chándal de tu selección junto al póster de Pepsi, durante un partido en el Camp Nou, que joven estas, tendría yo como 15 años, con el chándal del Real Madrid, en el banquillo junto a julio Salinas cuando Cruyff dejo de confiar en ti, otra vez vestido de esmoquin esta vez en color. A parte, las fotos que llevo en la cartera, las que tengo guardadas y las que saque de internet, tantos reportajes y entrevistas.
Comprendo que le fallaste a la afición culé, pero para mi eres el mejor y todos los colores te sientan bien, aquella camiseta naranja de la champion incluida.
Tengo un cojín con la plantilla del Madrid, aun estabas allí  y no quiero lavarlo no vaya a ser que se le quite el color y desaparezcas de él.
Simplemente porque te adoro, porque me pareces el mejor y porque siempre seré tu fan incondicional, hoy mi entrada es para ti.

El Capitán Alatriste


Bueno, me ha costado leerlo más de lo que esperaba, supongo que será por el lenguaje, con algunos términos demasiado antiguos para mi gusto, aunque claro, he de reconocer que la época en la que la novela está ambientada así lo requiere.

            Me gusta Arturo Pérez-Reverte, y poco a poco iré leyendo cositas suyas, pero lo que tengo totalmente decidido es que la saga de Alatriste, no puedo leerla de un tirón, como he hecho con otras anteriormente (Canción de Hielo y Fuego, Crepúsculo), así que entre libro y libro intercalaré otras temáticas, otros autores.



Esta no es la portada del libro que leí, pero no la encuentro, a continuación la imagen que aparece en mi portada.


sábado, 2 de febrero de 2013

Un Joven Soñador


                Ojos color miel y pelo negro azabache, era en lo primero que alguien se fijaba al conocer a aquel joven de quince años; su nombre era Martín Camacho y su único sueño desde muy pequeñito había sido jugar al fútbol de manera profesional.

                Empezó en el barrio con los niños de su edad, como una actividad extra escolar por las tardes y con el equipo del barrio, con el que ya iba a competiciones; Esto iba en serio, la familia empezó a viajar a los partidos que se jugaban fuera de casa, y poco a poco fue pasando de un equipo a otro hasta jugar a nivel provincial con los juveniles del Barahona F.C.

                Cuando ya tenía los quince años, al volver del instituto vio un sobre bastante extraño encima de la encimera de la cocina, era para él, lo abrió y en el membrete de la carta encontró el escudo de un gran equipo, el Real Transmur, nervioso y con las manos temblonas consiguió leer su contenido; una prueba, le ofrecían una prueba para conseguir una beca y trasladarse a la escuela del club, algún día jugaría en el primer equipo.

                Pasó todo el día pensando en lo que iba a hacer, en que tendría que demostrar, nervioso, no daba pie con bola, no pudo estudiar, ni cenar, se duchó y a la cama porque a la mañana siguiente tenía que coger un tren e ir a la prueba.

                Madrugó y antes de darse cuenta ya estaba recogiendo su dorsal para empezar con el calentamiento. Un partidillo, unos cuantos penaltis, un pequeño test, una entrevista grupal y una personal; De vuelta a casa a esperar el resultado.

                Tuvo que esperar tres meses a la contestación, pero lo había logrado, su sueño empezaba a cumplirse y no pensaba dejarlo escapar. Al principio fue muy duro, lejos de su familia, sus amigos y su ciudad, no podía volver tanto como quería, pero todo sacrificio se soportaba por el simple hecho de conseguir lo que soñaba.

                Contaba ya con diecisiete años cuando lo hicieron debutar con el primer equipo, jugó únicamente los últimos veinte minutos pero fue maravilloso, parecía que estaba tocado por una varita, marcó dos goles, aunque uno lo anularon por fuera de juego, y dio el pase para otro gol, como es normal el partido se ganó, y desde ese día fue convocado con el equipo para todos los partidos.

                Pensaba que había alcanzado su meta, que ya nada podría hacerlo más feliz y como el que no quiere la cosa una mañana, justo el día en que se cumplían cuatro años de haber recibido aquella carta, mientras desayunaba escuchó su nombre por televisión, qué estaba pasando, cuál era el significado de aquello, no podía creerlo, había sido seleccionado, se pondría la camiseta que representaba a su país, sólo era un partido amistoso pero podría demostrar su valía en el territorio nacional; esto era mucho más que un sueño, ya no podía pedir nada más y con una enorme sonrisa en su rostro, echó su cabeza hacia atrás y cerró los ojos, para asimilarlo con tranquilidad.

                -Martín, Martín despierta, tienes que prepararte, hay que coger un tren, ¿Recuerdas?  -Todo había sido un sueño, un maravilloso sueño, pero estaba a punto de comenzar de verdad, y quién podría evitar que se hiciera realidad, ahora estaba todo en sus manos o en este caso, en sus pies.